Nadie posee tanto como para no carecer de algo…
A veces cuando no tenemos la posibilidad de solucionar las cosas por nosotros mismos, buscamos ayuda a través de otros, y no me refiero a una ayuda divina, sino a un apoyo humano, alguien que por confianza se le entrega en comodato el poder de gestionar y retribuir lo que por justicia les corresponde a todos, es ahí cuando la vida te enseña que la sangre de tu sangre ya no es el material genético que te une y genera la sinergia solidaria de familiaridad, descubres lamentablemente, que solo es un líquido rojizo que circula por naturaleza en cada cuerpo, cada cuerpo que se gobierna por sus propios deseos, es ahí cuando lo humano se transforma en inhumano y afloran los primitivo pensamientos egoístas y mezquinos.
¿Qué es más sano, vivir con la frente en alto y disfrutar de tus propios logros, o esconderse en el confín del universo pregonando y presumiendo de lo prestado o….hurtado?
