martes, 27 de noviembre de 2007
■ DOBLE ESTANDAR
Soy un seguidor de las publicaciones aparecidas en nuestro Diario local del Señor Emilio Rodriguez Ponce, es por eso que quisiera compartir con Ustedes la siguiente reflexión:
Cuantas veces ha visto a alguien predicar con fuerza y convicción sobre el comportamiento de terceros, sobre sus debilidades, sobre sus errores. Cuantas veces esos mismos que predican son los que emplean una medida muy rigurosa para esos terceros y una muy save para sí mismos y para los suyos. Este es el famoso doble estandar, que representa la escencia más profunda del alma del hipócrita.
Noam Chomsky, una de las figuras más destacadas de la lingüistica del siglo XX, define al hipócrita como aquella persona que aplica a otros el estandar que evita aplicarse a sí mismo.
En ese contexto, quien no es hipócrita asume abiertamente que lo que es correcto para él, también es correcto para los demás y si algo es incorrecto para terceros, desde luego, lo es para sí mismo y para los suyos. Facil de decir.
Sin embargo, muchas veces las personas que ocupan cargos de poder, se olvidan de sí mismos, y se permiten licencias, flexibilidades, amplitudes que niegan otros. En su mente y en su alma hipócrita, ellos se merecen esas amplitudes y flexibilidades ya que trabajan tanto y son tan exitosos que se lo merecen. Así es el hipócrita, se maneja con doble estándar, se premia a sí mismo, pero nunca piensa en premiar a los terceros, sus méritos son indiscutibles, pero ellos no ven méritos en terceros. Los hipócritas son el centro de su propio Universo.
El hipócrita, doble estándar, suele estar a la ofensiva, siempre en el terreno de terceros, evitando mirarse a sí mismo e impidiendo que otros lo examinen a él.
Es más fácil trabajar así. Se sienten bien, es muy agradable mirar a los torpes e incapaces desde la montaña de la ceguera en la cual se protege el hipócrita . El hipócrita con poder, suele rodearse de "subditos leales", que alimentan su ego y también su ceguera. La comparsa de ciegos hace que el tuerto se sienta rey.
Como salir de es debilidad. No es facil. se requiere una buena dosis de humildad. Para lograr esa humildad se necesita salir de la montaña de la ceguera. Volver a encontrarse consigo mismo.
Hay que buscar en nuestro yo interior el sentido de la realidad, el sentido de la equidad, de la justicia, de lo que es correcto socialmente para nosotros mismos y para los terceros.
Dios sabe, siempre sabe, a las personas que se le aplica un doble estándar se les causa daño, se les menoscaba, se les humilla. Pero el llamado es a la caridad. Mucho peor está dentro de sí el que aplica doble estándar. Más temprano que tarde el poder se diluye, se vuelve a la esencia y el hipócrita debe enfrenarse a sí mismo y debe aceptarse tal cual es.
Publicado por
claudio plaza carvajal