Quiero compartir con Ustedes una actividad realizada a fines del 2007.

Invite a mi amigo Hernán Vásquez para que nos acompañara en esta visita. Aquí en la fotografía aparece además una de las más leales colaboradoras de la Tía Petita, su querida hija.
Aquí estoy con mis hijos, Gonzalo y Nicolás junto a una de las mujeres que más admiro en esta tierra, Petronila Vásquez más conocida como tía Petita, una verdadera santa viviente; Con su trabajo desinteresado ha sido capaz de entregar día a día durante muchos años un plato de comida a niños, jóvenes y adultos de los sectores más marginales de nuestra ciudad. A su avanzada edad aún mantiene su fortaleza y energía para seguir adelante con su digna labor de ayuda al prójimo. Nos contó que tubo la dicha de haber sido generala del Padre Alberto Hurtado, nuestro querido Santo; Ella de pequeña se destacó por su trabajo voluntario de ayuda a los más necesitado, seguidora fiel de Cristo, Tía Petita, ejemplo de vida